Se abre la primera barra libre. Gintonic (4). Ya voy más feliz que un regaliz. Mi madre, mis tías y mis primas empiezan a cantar el Asturias patria querida (esto lo oía de fondo mientras me volvía a liar con Asier). Venga, ya que reparten unos puros hondureños, pues vamos a fumarnos uno a lo Sarita Montiel. Me ve mi Seguimos la fiesta. El Japo (novio de mi prima la de los bailes), más pedo que Alfredo, que empieza a decirme…
Sr. Abuelo… “Mi nieto fumando! Lo que me faltaba por ver!”, mientras yo pensaba para mis adentros… “Pues si llegas a ver lo que ha pasado hace unos minutos en la puerta del baño…”.
La novia se arranca con el brindis que ya es tradición en esta nuestra familia (cada comida familiar lo hacemos 5 o 6 veces) y que ya ha conseguido que se aprenda también la familia del novio y gran parte de los amigos…
-Novia: Bebió Jesucristo?
-Todos: Bebió!Seguimos la fiesta. El Japo (novio de mi prima la de los bailes), más pedo que Alfredo, que empieza a decirme…
-N: Bebieron las santas mujeres?
-T: Borrachas todas murieron!
-N: Pues si borrachas murieron y al cielo fueron, nosotros que en la tierra estamos…
-T: Bebamos, bebamos, bebamos!!! Arriba, abajo, al centro, y adentro!!!
(Sí, nosotros somos así de folklóricos)
Las 7 y pico de la tarde. Vuelta al autobús, y al pueblo donde se casaron. Nos bajamos todos, y me voy directo a la piscina (tras quitarme el traje, claro, pero en calzoncillos). Hay que ver, 2 horas peinándome para acabar así… en fin. Me visto (me pongo el tercer modelazo, porque entre la boda y la comida me había cambiado de traje, camisa y demás, yo que soy así de glamouroso), y me voy al hotel que está pegadito a la casa de mi tía, que había otra barra libre. Más gintonics (7), bailando a punto de romperme la cadera con mi prima la de los bailes de salón, con la novia, que iba ya muy muy feliz también, con Asier… (desaparecemos 20 minutillos con la excusa de ir a buscar mi teléfono móvil a casa de mi tía, por fin un rato de tranquilidad para estar solos… más besos apasionados en mi coche). Y nada, más y más bailar hasta la 1 de la mañana, donde muerto de hambre empiezo a dudar si irme a cenar algo y a la camita (es que tener la cama a 15 metros tienta), o seguir de fiesta. Y allí que seguimos, ya en petit comité.
Interrumpimos el desarrollo de los hechos para explicar un detalle. Tras bajarnos todos del autobús, pues resultó que no nos habíamos bajado todos. Y es que mi Sra. Madre se quedó sopa y se despertó 20 km después, jajaja. Mi tía fue a buscarla, porque mi madre estaba medio pedo y perdida por las montañas, eso sí, vestida de Jesús del Pozo. Por fin llegó, risas y vaciles para la tía de la novia, es decir, mi propia madre, la que luego pretende que la respetemos, jajaja.
Sr. Abuelo… “Mi nieto fumando! Lo que me faltaba por ver!”, mientras yo pensaba para mis adentros… “Pues si llegas a ver lo que ha pasado hace unos minutos en la puerta del baño…”.
La novia se arranca con el brindis que ya es tradición en esta nuestra familia (cada comida familiar lo hacemos 5 o 6 veces) y que ya ha conseguido que se aprenda también la familia del novio y gran parte de los amigos…
-Novia: Bebió Jesucristo?
-Todos: Bebió!Seguimos la fiesta. El Japo (novio de mi prima la de los bailes), más pedo que Alfredo, que empieza a decirme…
-N: Bebieron las santas mujeres?
-T: Borrachas todas murieron!
-N: Pues si borrachas murieron y al cielo fueron, nosotros que en la tierra estamos…
-T: Bebamos, bebamos, bebamos!!! Arriba, abajo, al centro, y adentro!!!
(Sí, nosotros somos así de folklóricos)
Las 7 y pico de la tarde. Vuelta al autobús, y al pueblo donde se casaron. Nos bajamos todos, y me voy directo a la piscina (tras quitarme el traje, claro, pero en calzoncillos). Hay que ver, 2 horas peinándome para acabar así… en fin. Me visto (me pongo el tercer modelazo, porque entre la boda y la comida me había cambiado de traje, camisa y demás, yo que soy así de glamouroso), y me voy al hotel que está pegadito a la casa de mi tía, que había otra barra libre. Más gintonics (7), bailando a punto de romperme la cadera con mi prima la de los bailes de salón, con la novia, que iba ya muy muy feliz también, con Asier… (desaparecemos 20 minutillos con la excusa de ir a buscar mi teléfono móvil a casa de mi tía, por fin un rato de tranquilidad para estar solos… más besos apasionados en mi coche). Y nada, más y más bailar hasta la 1 de la mañana, donde muerto de hambre empiezo a dudar si irme a cenar algo y a la camita (es que tener la cama a 15 metros tienta), o seguir de fiesta. Y allí que seguimos, ya en petit comité.
Interrumpimos el desarrollo de los hechos para explicar un detalle. Tras bajarnos todos del autobús, pues resultó que no nos habíamos bajado todos. Y es que mi Sra. Madre se quedó sopa y se despertó 20 km después, jajaja. Mi tía fue a buscarla, porque mi madre estaba medio pedo y perdida por las montañas, eso sí, vestida de Jesús del Pozo. Por fin llegó, risas y vaciles para la tía de la novia, es decir, mi propia madre, la que luego pretende que la respetemos, jajaja.